El viaje de la vida, único e individual, presenta por cada uno de nosotros sorpresas, regalos y desafíos.
Según los recursos disponibles y reproduciendo en la mayoría de los casos las modalidades de acceso a la experiencia que han caracterizado nuestra vida, cada persona organiza y moldea su vida y lo que la vida nos trae.
La vida es una fuente inagotable de experiencias, sobre las cuales tenemos un margen de control relativamente escaso a pesar de nuestros deseos y percepción. En el camino que recorremos nos encontramos con momentos «buenos» y momentos «malos».
Mudanzas, separaciones, cambios profesionales, cambios físicos, nuevos ingresos en nuestro circulo relacional, despedidas..
Como la naturaleza muy bien nos enseña, hay transformaciones continuas e imparables, en nosotros y en nuestro entorno.
A pesar de esto, muchas veces aceptar y fluir con los cambios de la vida supone un verdadero reto.
Mientras todo funciona con más o menos fluidez pero con una mayor sencillez en los momentos predecibles y «positivos» , cuando somos llamados a vivir experiencias «negativas», inesperadas o indeseadas padecemos momentos de real incomodidad que pueden hasta llegar a la angustia; nos sentimos vulnerables y perdidos, entrando en «crisis» todas nuestras certidumbres y seguridades. Tememos perder lo que hasta ese momento nos definía.
Tal vez no se trate ni siquiera de experiencia positivas versus negativas, sino más correctamente de conocido frente a desconocido, de buscado y deseado frente a inesperado y no deseado.
Es muy frecuente que , cuando somos llamados al cambio, se activen las resistencias, consciente e inconsciente.
En estas ocasiones puede ser muy beneficioso buscar un apoyo profesional.
Alguien que nos acompañe con respeto. Que no trate de enseñar camino u imponer elecciones, sino que esté disponible a investigar junto a nosotros para que cada uno pueda encontrar su forma para seguir caminando, consciente de la historia que narra el propio viaje, de las fuerzas que impulsan nuestro movimiento a seguir, de los objetivos que nos proponemos y del sentido que ofrecemos a nuestro andar.
Para seguir avanzando. reconociendo lo que nos ha llevado hasta el momento presente. aceptando lo que es y lo que ha sido, promoviendo las transformaciones posibles en el respecto de los ritmos y de los recursos individuales.
Creciendo en el conocimiento de uno mismo, para reconocer las trampas vitales que nos impiden progresar serenamente y que nos mantienen atrapados en dinámicas desfuncionales para nuestra felicidad..
SI TE ENCUENTRAS EN UN MOMENTO DE CAMBIO Y TE SIENTES ABRUMADO, SOLO, SIN RECURSOS, DESDICHADO VALORA LA OPORTUNIDAD DE SER ACOMPAÑADO.
EL PROCESO SERÁ MAS LLEVADERO Y DESCUBRIRÁS EL ENORME POTENCIAL VITAL QUE CADA TRANSFORMACIÓN TIENE CUANDO SE PRESENTA EN LA VIDA
CUÉNTAME TU EXPERIENCIA Y VALORAMOS JUNTOS LO QUE PUEDE BENEFICIARTE