En el ultimo articulo te hablé de los valores vitales.
Conectado a estos encontramos nuestro sistema de creencias, lo que podamos definir metafóricamente como
las gafas a través de las cuales miramos (e interpretamos) el mundo
Para aclararnos sobre la diferencia entre estos conceptos podemos definir los valores como las categorías a través de las cuales damos profundidad y sentido a nuestra vida, mientras las creencias son las ideas que orientan como nos movemos en estas categorías.
En función de nuestras creencias interpretaremos la realidad que vivimos.
Creando un filtro en base al cual tomamos decisiones y nos conducimos por el mundo.
El sistema de creencias nos influye en cómo nos sentimos y pensamos en todos los momentos del día.
Por ejemplo: si considero el amor un valor clave iré buscando amar y ser amado como “life-motiv” de mi vida. Si creo que el amor es renuncia de uno mismo para “el bien” del otro, esto se traducirá con bastante facilidad en relaciones donde el respecto y la satisfacción de mis necesidades es pospuesto a las del otro con efectos bastante negativos para mi bienestar y lo de la relación.
En el sistema de creencias podemos encontrar varios tipos de creencias, relacionadas con la:
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identidad: Estas creencias se refieren a cómo nos consideramos a nosotros mismos, “yo soy…” o “yo no soy…”. Estas ideas son las que van creando la imagen o representación interna de la personalidad, fisicidad y cómo somos en las relaciones. Suelen ser particularmente arraigadas y sensibles de los juicios de los seres queridos. También pueden ser entre las más limitantes, por esto es importante dedicarles tiempo y conciencia;
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capacidad: Se refieren a la capacidad que creemos tener para hacer algo o dejar de hacerlo (“soy capaz de…” o “no soy capaz de…”). Se van creando sobre la base de la experiencia de ensayo y error (aquí se confirma la importancia de seguir experimentando en la vida, ya que nos ofrece oportunidad para ir flexibilizando las ideas sobre nuestra capacidad) y también sobre los comentarios de las personas importantes de nuestro entorno;
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posibilidad: Son las que nos abren o cierran puertas a que algo suceda. Aquellas que marcan si nos permitimos acceder a una experiencia o no (“es posible que…” “no es posible…”);
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merecimiento: las creencias de merecimiento tienen que ver con el darnos derecho o no a vivir algo (“yo me merezco…” o “yo no me merezco…”). El merecimiento puede estar asociado a la moral y afectado por la culpabilidad “no me lo merezco porque me comporté mal”, o puede estar asociado al esfuerzo “después de trabajar tanto me merezco un descanso”. Las creencias limitantes en esta categoría pueden llegar a tocar niveles existenciales “no me merezco ser feliz”, “no me merezco ser amado”.