Quizás en estos días hayas experimentado un creciendo en en nivel de ansiedad.

Los cambios impuestos por la situación actual,la incertidumbre hacia lo que será, el estado de alarma que se respira viendo la televisión o observando las publicaciones en las redes sociales.. son algunos de los elementos que pueden contribuir a perturbar la tranquilidad.

Es muy útil saber que disponemos de herramientas practicas y a portada de cada uno para poder contrarrestar el efecto estresante de lo que vivimos.

Una ayuda importante reside e la atención que podemos llevar al cuerpo. 

A través de esta meditación que comparto podemos practicar el descanso en la postura del cuerpo, sentir la firmeza y el anclaje con el suelo, explorar los cambios presente desde una postura testigo, sin identificarnos ni dejarnos arrastrar por ello. predisponiendo el cuerpo y el alma para encontrar en nosotros lo esencial. Cultivando nuestra fortaleza, grandeza y dignidad.

¡Buena practica! ¡que la primavera surja en todo su esplendor en nuestro corazones!

 

La meditación de la montaña es sólo un medio, al fin y al cabo, un dedo que nos señala algún lugar. Pero nosotros tenemos que mirar y, luego, ir. Aunque la imagen de la montaña nos puede ayudar a sentirnos más estables, lo cierto es que los seres humanos somos mucho más interesantes y complejos que las montañas. Somos montañas que respiran, se mueven y danzan. Podemos ser duros y fluidos. Tenemos un potencial muy amplio y variado a nuestra disposición. Podemos ver y sentir; podemos crecer; podemos curarnos; especialmente si aprendemos a escuchar la armonía de las cosas y a mantener el eje central de la montaña tanto a las duras como a las maduras. Kabat Zinn

 

Terminada la meditación puedes dedicar un tiempo para representar tu montaña utilizando colores, recortes de tela, recortes de revistas, lana y todo lo que tu creatividad te sugiera..

¡buena creación!